lunes, 14 de febrero de 2011

NAHUALISMO Y ALMAS GEMELAS

      Con mayor o menor fortuna mucho se ha hablado de las almas gemelas. Es un tema éste que levanta un interés inmediato en la práctica totalidad de la población planetaria, aunque en cada tradición se le denomine de un modo distinto.
     De entre todo el conglomerado de información al que pude acceder a lo largo del tiempo he podido ver reflejado en los escritos todo tipo de interpretaciones más o menos teñidas con carencias emocionales y deseos personales del propi@ autor de los mismos... No fue hasta un día, en que una Maestra, (hay pocas) me dijo: "déjate de tonterías de la Nueva Era, las almas gemelas se encuentran y permanecen juntas solo en la última fase de la evolución humana, es decir, cuando el alma encarnada está muy próxima a la conciencia Crística, o sea, a la iluminación, y además, una vez que se juntan comienza un verdadero "infierno" a nivel personal ya que es en este momento cuando deben pulirse todos los aspectos del ego-personalidad que nos están separando de la superconciencia crística... las almas gemelas no representan un camino de rosas sino todo lo contrario, es la muerte del ego, la muerte de  tu humanidad y el inicio de la libertad.
    
      En chamanismo, o nahualismo, se habla en modo general del Nahual. Representa este Nahual la máxima expresión de la perfección humana en la Tierra, es decir, representa la iluminación, la conciencia crística, y al igual que Jesucristo con sus apóstoles el Nahual dirige u orienta a los miembros de la "partida" siguiendo en todo momento los dictados del Espíritu, la presencia Yo Soy habla por su boca y se expresa a través de su cuerpo "el Padre que está dentro de mi es el mismo que está dentro de ti" dijo Jesucristo y para que pueda expresarse tiene que morir lo humano... totalmente.
     De lo que no se suele hablar en ningún sitio es de la contraparte femenina de este Nahual, de este Cristo. Y en ningún modo se trata de una discriminación de tipo genérico, no es un caso de machismo que pueda ser aprovechado por l@s feministas. Que no aparezca la Nahuala en los libros es por motivos de obvia seguridad... ¿como?
      Lo más importante, lo más importante, lo más importante, insisto, lo más importante para un Nahual es la Nahuala, repito hasta ser cansino... lo más importante. Es preferible perderlo todo antes que a su preciosa nahuala, incluso hasta la propia existencia pasa a un segundo plano ante la inmensidad de la energía pura y del Ser de su contraparte, la vida encarnada pierde importancia ante ella, tiene en frente a la inmortalidad y la eternidad.... Por eso nunca, nunca, nunca, nunca puede un nahual perder a su nahuala, nunca. La pérdida de la contraparte significa una catástrofe, una contrariedad insalvable, al menos durante miles de encarnaciones.

martes, 30 de noviembre de 2010

KARMA Y REDES NEURONALES

                Las leyes del karma  se pueden llegar a percibir como una serie de normas dictadas por alguna deidad o conjunto de ellas en forma de tribunal, que acechantes nos persiguen o vigilan prestas a descargar todas sus consecuencias sobre el desdichado que ose actuar en contra de sus preceptos. Esta Ley no escrita (aunque se ha escrito mucho sobre ella) viene acompañando al hombre en su caminar desde allende los tiempos y ha sido adoptada por, me atrevería decir, todas las tradiciones religiosas, espirituales e incluso filosóficas, si bien, y a conveniencia, fue llamada de diferentes formas.
Postula esta Ley que las consecuencias de nuestros actos nos afectan de manera irremediable y que nos vienen condicionando desde el mismo momento de nuestro nacimiento o incluso antes, karma heredado se le denomina, o karma de otras vidas dependiendo de la tradición. Para contrarrestar esta especie de maldición bíblica, de pecado original, tenemos el concepto de Dharma, que es de alguna forma la contraparte al la temida Ley, y es que nos habla el Dharma de las consecuencias beneficiosas que tienen para nosotros todos los actos correctos o puros que llevamos a cabo en esta o anteriores encarnaciones…
Un sector amplio del pensamiento humano manifiesta  con total convicción que no cree en las leyes del karma y que por lo tanto dichas leyes no le afectan, que no tienen poder sobre ellos, es esta una situación parecida a quien dice que no cree en las supersticiones porque traen muy mala suerte (o algo así)…otro sector, más amplio aún , simplemente desconoce estas denominaciones y sus actos son en apariencia libres guiados por su buena o mala conciencia del momento, por experiencias pasadas, por miedo al castigo, necesidades, etc…  y dejo para el final el sector del pensamiento humano que creyendo en las leyes del karma y habiendo experimentado sus consecuencias, procura en la medida que le permiten sus habilidades mentales,  autocontrol o conciencia, transitar entre las situaciones de su vida creando el menor karma posible y si es posible generando Dharma, para ir de alguna manera suavizando o haciendo más agradable su paso por este a veces llamado valle de lágrimas, o si no fuera posible, al menos preparar méritos para una futura encarnación… dhármica.
Para añadir un poco de matemáticas al asunto místico-esotérico del karma, la vanguardia de la ciencia de hoy, o sea, la física cuántica, nos dice y nos repite que el responsable de todos los sucesos posibles es “el observador”, y llegan los nombrados a esta conclusión después de devanarse los sesos durante más de medio siglo en la práctica totalidad de las universidades y laboratorios (de física claro) y de haber realizado miles y miles de experimentos en los que la única explicación posible es el llamado “efecto observador”… y dice este efecto… hay quien lo denomina Ley, que todo suceso que se aloje en el pensamiento humano y al que se le dote de credibilidad tiende a manifestarse, o sea, que nuestros pensamientos, creencias o miedos, tienden a presentarse delante de nuestros ojos. Muy sucintamente explico que llegan los físicos a esta conclusión después de observar (en reiteradas y casi infinitas ocasiones) que el resultado de un experimento, generalmente con partículas subatómicas, depende en un grado importante, del pensamiento o de la creencia de la persona que esté llevando a cabo el mismo, es decir, en un mismo escenario y con idénticas condiciones (medidas hasta grados casi cómicos, recomiendo investigar el asunto en internet) el resultado variaba de forma considerable de un investigador a otro.
Esta Ley, la del observador, parece creíble e incluso aceptable una vez que se investigan un poco los derroteros y descubrimientos de nuestros físicos , el problema viene dado cuando intentamos ponerla en práctica, es decir, si en mi realidad tiende a manifestarse aquello en lo que pienso… ¡voy a pensar que me va a tocar la lotería!
 Lo siento, no es tan sencillo. Perdón, si es sencillo, pero no es fácil.
Ya hemos visto que es una ley aceptada por la ciencia, de que nuestros pensamientos crean la realidad, pero… ¿Qué es un pensamiento? Un pensamiento es la consecuencia de un conjunto de redes neuronales disparando luz, es decir, una asociación de neuronas que se han dispuesto dentro de nuestro cerebro de una manera determinada para crear un tipo de onda electromagnética  (pensamiento) que interactúa con nuestra realidad y la retroalimenta, y son estos pensamientos los que determinan constantemente el hábitat y las condiciones de nuestra experiencia diaria… no es de locos, es ciencia.
Toda acción va precedida de un pensamiento, y todo pensamiento va precedido y provocado por un pensamiento anterior o la memoria de éste. Si pienso en levantarme de la silla, primero tengo que generar el deseo de levantarme, pero este deseo se apoya en el recuerdo de que estoy sentado en una silla, que es el pensamiento de un objeto rígido capaz de soportar mi peso y ofrecerme cierta comodidad, y sé que esto es así porque tengo firmemente anclada en mi red neuronal otra ley, la de la gravedad, y esta dice que si no sujeto mi cuerpo de alguna manera éste caerá al suelo,  y este mismo pensamiento (red) me orienta sobre que intensidad  de acción tengo que ordenar a mis piernas para que ejerzan la fuerza necesaria para levantarme, además tengo el recuerdo de que la habitación está ahí delante ….interminable.
¿Y que tiene esto que ver con el asunto de la lotería? Volvamos a las redes neuronales.
Una red neuronal es una asociación de neuronas, una asociación física, es decir, con unas conexiones que se han hecho rígidas a lo largo de nuestra vida. Estas conexiones conforman nuestra personalidad y todo lo que somos. Ante situaciones parecidas solemos reaccionar de un modo también parecido y esto es porque hay una red neuronal que ordena que hacer ante un suceso dado, si el observador da por válida la respuesta neuronal, o sea, la actitud, ésta se perpetuará en el cerebro y se hará más fija cada día… es en definitiva nuestra personalidad, nuestras virtudes y defectos.
Pero no está todo perdido, podemos crear redes neuronales nuevas, y también podemos desactivar una red que lleva toda nuestra vida disparando… ¿Cómo? Con nuestra voluntad, y el observador.
Ante una situación dada, por ejemplo, una agresión verbal o una mala contestación, todas nuestras redes neuronales (o un número muy elevado) comienzan a disparar para dar una respuesta a la agresión, generalmente consistirá en otra agresión, o en una defensa, el corazón se acelera, la musculatura se tensa, hormonas y péptidos inundan nuestro torrente sanguíneo… es la respuesta de nuestras redes neuronales, pero el observador, nosotros, tenemos la opción de detener todo este proceso, respirar profundo y lento y hacer que el resultado sea distinto. De esta manera la red neuronal que antes obligaba a la respuesta agresiva ha perdido un poco de fuerza, ya no es tan rígida, y a la vez ha comenzado a crearse una red nueva, una red que indica que ante un insulto se puede reaccionar de otro modo, y cada vez que el observador decida optar por darle fuerza a la actitud recién estrenada, la reforzará, y al tiempo desactivará la vieja actitud-red neuronal.
Esto es evolución, sublimar la personalidad no es más que cambiar redes neuronales mediante el ejercicio de la voluntad del observador.
Del mismo modo, cuando hemos comprado nuestro billete de lotería y tenemos el firme deseo de que nos toque, debemos tener en cuenta que aunque este pensamiento tiene todo el derecho a manifestarse en nuestra realidad, también lo tienen todos aquellos que hemos ido cosechando a lo largo de nuestra vida, es decir… pensamientos de pobreza y carencias, cálculo de probabilidades, falta de merecimiento…y una infinidad de pensamientos inconscientes que se manifiestan en nuestras acciones sin que nos hagan pensar que estamos creando y solidificando patrones-redes que van a impedir la riqueza en nosotros, por ejemplo, si te compras unos zapatos baratos en vez de los que realmente necesitas o te gustan. Podemos justificar la acción con conceptos de ahorro o de calidad-precio, pero lo que estamos haciendo es reforzar una red neuronal de falta de merecimiento y de pobreza. Tampoco vale comprarse unos zapatos caros y después tener el remordimiento o la culpabilidad rondando por nuestra cabeza, es casi peor que lo anterior.  Y también tenemos pendientes las leyes del karma-Dharma.
¿Cómo afectarían las leyes kármicas a la creación de realidades?
Un karma es una situación que no ha sido resuelta, es un aprendizaje que no ha sido integrado, es una red neuronal que no ha sido perfeccionada por nuestra voluntad por medio de la ley del observador, es un patrón de pensamiento que nos esclaviza y que se presenta una y otra vez con la esperanza de que tomemos conciencia de él. Ya hemos dicho que nuestra realidad es el producto de nuestros pensamientos, y que nuestros pensamientos son el producto de nuestras redes neuronales, lo que no hemos comentado aún es que un solo cerebro es capaz de procesar mas información que todos los ordenadores del mundo que están conectados a internet, y toda esa capacidad de manejar información está configurada en forma de redes neuronales y estas dan forma a todo lo que nos rodea, a todo. Y navegamos por estas redes como si se tratara de un mátrix, una matriz de información, de sucesos, de personas, de tiempos. Dicen los chamanes que el hombre está configurado por una burbuja luminosa, y que dentro de esta burbuja percibimos  y diseñamos la realidad de nuestra existencia.
Todo suceso en nuestra realidad es el reflejo de un pensamiento, toda acción es la respuesta del observador ante el suceso, y toda acción deja su marca en nuestra realidad en forma de energía cualificada, colapsada y sostenida por la red neuronal correspondiente… ésta es la ley del karma.
La cualificación de la energía, es decir, la manifestación en nuestra realidad de un pensamiento o actitud en forma de suceso (creado por nosotros) tiene unas consecuencias asociadas de las que no podemos escapar. Para poder explicar este concepto debemos comenzar por entender que en este plano de manifestación, en esta dimensión física, todo está polarizado, dualizado. Cuando el pensamiento se genera, cuando las neuronas disparan, lo hacen desde una posición activa y afectan a la energía pasiva o receptiva, es decir el pensamiento crea un movimiento, una acción, que le da una cualidad a un mar de energía pasiva, receptiva, que es la plataforma de la realidad, nuestra realidad, el interior de nuestra burbuja de percepción. Esta cualificación de nuestra realidad realmente crea y condiciona los detalles y circunstancias de nuestra vida, es nuestra obra. Si nuestro pensamiento disparó una acción, por ejemplo, agresiva, contra cualquier persona, objeto o situación (no olvidemos que todo está en el interior de nuestra burbuja), esta energía que en un principio se torna activa, después de modificar la realidad, una vez que ha  “hecho su trabajo”, quedará en un estado pasivo o receptivo, es decir, nuestra realidad se verá modificada según el patrón emitido por nuestro pensamiento-acción, y quedará en un estado receptivo, a la espera. Ahora nuestra burbuja de percepción, nuestra vida, tiene una nueva información, ahora ha sido cualificada desde una agresión, pero la agresión es activa y recordemos que nuestra realidad quedó en un estado pasivo-receptivo, y el estado receptivo de la agresión es el victimismo. 
Nuestra burbuja vibra  ahora en victimismo y esta vibración, esta frecuencia, estará radiando su mensaje a todo el universo y por lo tanto estará atrayendo una acción, una vibración que la complemente y el complemento perfecto de una víctima es una agresión.
Entonces estaremos pidiendo a gritos una agresión, sin saberlo, estamos pidiendo ser pagados con la misma moneda.
La ley del karma dice que todas nuestras acciones nos serán devueltas para que tomemos conciencia de nuestros errores.
La física dice que todas nuestras acciones se tornarán en receptivas y que se complementarán  con una activa del mismo patrón vibratorio.